Durante mi
estancia en la Reserva Indígena Kadiwéu
tuve la ocasión de convivir una temporada con los Chamacoco, un poblado
indígena al borde de la extinción, en lucha por los derechos humanos de los
pueblos indígenas. Me contaron una leyenda curiosa de la que os quiero hacer
partícipes que es, más o menos, algo así:
“Hace muchos
años, antes de que el hombre blanco visitase nuestras tierras tuvimos un
poderoso rey que gobernaba todas las tribus bañadas por el Gran Río Serpiente
(Amazonas) y que nos protegía,
Kadiweuray era su nombre. Llegado el momento de ceder el trono a uno de sus dos
hijos los reunió en el Sumo Consejo Tribal y decretó que aquél que fuera el
primero en avistar el Gran Dios Papagayo de la selva y pudiese probarlo sería
su digno sucesor. Konzehet, el mayor de los hijos partió en busca del mágico
animal, fue presa del hambre, la sed, los animales salvajes y todas las
penurias posibles, después de varios meses volvió al poblado para confesar su
fracaso. Era el turno de Jeywo, el pequeño de los hermanos, éste, sabedor de la
inexistencia del mitológico animal por voz del hechicero de la tribu y deseoso
del trono, pasó un tiempo en el poblado vecino después del cual volvió montando
una gran algarabía por haber descubierto al papagayo. Fue tal el ímpetu y el
jolgorio con el que contó su hazaña que nadie recabó en pedirle pruebas de la
misma. Tras la muerte de Kadiweray subió al trono Jeywo, el hijo mentiroso y
durante su nefasto y poco ecuánime gobierno todas las tribus bajo su dominio
empezaron a segregarse y a diezmarse abocándose a la extinción”
Una entrañable
historia, posiblemente con algo de realidad, para enseñarnos que en ocasiones
darle mucha prensa a las cosas acaba por convertirlas en veraces y eso no es
así (@CrisPedrocheFan) o no debería serlo.
Para evitar eso,
y algún que otro desaguisado, nació en el mundo de la medicina la evidencia
científica. Veamos, de momento, algunos ejemplos en lo que NO entra en juego
esa evidencia científica y en los que, paradójicamente, se apoyan demasiadas
creencias.
· # Alardear de algo repetidamente sin bases
sólidas para su demostración, como nuestro querido amigo Jeywo. Regresó a la
tribu y nadie se preocupó de verificar sus afirmaciones. Todo debe ser
comprobado, verificado y supervisado, sin método no hay ciencia.
· # “La persona que descubrió la
penicilina ahora se echa atrás”. Leo, en ocasiones, que detractores de un tema
ofrecen como prueba sobrada de la inconsistencia de ese tema el hecho de que
uno de sus principales impulsores se eche atrás. Todos tenemos derecho a
cambiar nuestros puntos de vista, pero por más que Fleming actualmente negase
la utilidad de la penicilina nadie le creería. Obvio, ¿verdad? Aquellos avances
sólida y científicamente demostrados sólo pueden ser rebatidos por argumentos y
evidencias de su misma solidez.
· # “A una amiga le funcionó y otra me dijo
que le iba muy bien”. Por más que alguien nos recomiende algo con todo el
cariño del mundo no significa que a nosotros nos vaya a funcionar. La evidencia
científica tiene uno de sus pilares en bases muestrales representativas a las
que se aplican las pruebas estadísticas adecuadas. El “boca a boca” puede
funcionar en una reanimación cardiopulmonar, pero no en la difusión adecuada de
conocimientos. La experiencia personal no es más que eso, no puede garantizar éxitos
ni generalizar resultados.
· # “Hay un grupo en Internet muy
documentado al respecto”. Uno de los problemas básicos de la red es que no
sabemos exactamente de las fuentes que bebemos y cuál es su grado de veracidad.
Debemos dejarnos asesorar por los profesionales para saber de donde debemos
extraer la documentación de manera fiable y cierta y de ahí sacar nuestras
conclusiones.
· # “Cada vez se lleva más”. Las
tendencias, pasajeras o no, no tienen ninguna base científica cierta. Incluso
en el propio mundo de la medicina somos, en ocasiones, víctimas de “modas” en
distintos sentidos de las que se debe de huir.
· # “Si tanta gente lo dice por algo
será”. Repetir mil veces una cosa no la convierte en realidad. Ni el que muchas
personas hagan algo equivocado o erróneo le da validez alguna. Por más que
miles de personas lancen sillas por una pendiente ninguna de ellas conseguirá
que se deslice como si fuera una rueda.
· # “He visto en Facebook que el Gran
Tribunal de la Corte Suprema de Minessota ha condenado al medicamento Cansinol
Complex ® por contener sustancias cancerígenas en su composición “. Se ven con
frecuencia post de este tipo en las diferentes redes sociales. Pero antes de
dejar de tomar Cansinol Complex® de por vida o, lo que es peor, empezar a
difundir la noticia, deberíamos asegurarnos de la certeza de lo que se dice,
que a la postré será lo que digamos nosotros. La mayor parte de las redes
sociales contienen información falaz de ese tipo. ¿Existe el Gran Tribunal de
la Corte Suprema de Minessota? ¿Qué funciones tiene? ¿Contiene Cansinol
Complex® esa sustancia? ¿Por qué es cancerígena? ¿…? Hasta que no tengamos
respuesta a esas preguntas, cosa que probablemente no lleguemos a obtener jamás
no le deberíamos dar ninguna consideración a la “noticia” si no tenemos más
fuentes de contraste.
· # “Hay un trabajo científico muy
importante que contradice todo lo dicho hasta ahora”. Insisto, una de las bases
de la evidencia son las muestras. Cuanto más amplia sea una muestra más
evidencia tendremos. Cuantas más muestras de trabajos obtengamos más
conclusiones sacaremos. Un artículo científico puede ser sensacional, pero sin
el apoyo de posteriores estudios que confirmen sus datos carece de validez.
. # "Eso se viene haciendo asi de
toda la vida". Precisamente por eso ya va siendo hora de irse adaptando a
los cambios. Hace tiempo que dejamos de caminar a cuatro patas y de cazar para
alimentarnos. La evolución en la medicina, al igual que en cualquier ciencia,
es la base del desarrollo. Debemos adaptarnos a las nuevas pautas contrastadas
que constante y afortunadamente van apareciendo.
. # "Un hijo de Paco se tomó eso
y al día siguiente estaba fatal" Que una cosa siga correlativamente en el
tiempo a otra no significa que la primera sea la causa o el desencadenante.
Correlación no indica causalidad. Si merendamos galletas y al salir a la calle
nos atropella el autobús no podemos concluir que merendar galletas hace que los
autobuses se nos echen encima. De la misma manera si ingerimos un medicamento o
nos administran una vacuna NO todo lo que nos pase a partir de ese momento será
achacable a esa sustancia.
Hasta aquí una
pequeña colección de los tópicos más corrientes que a modo de etiquetas debemos
ir eliminando de nuestro ideario “científico” para evitar caer en errores.
Aclaración
añadida de última hora: Kadiweuray, Konzehet y Jeywo son miembros ficticios de
una leyenda que me he inventado esta misma mañana. Pese a haber viajado
bastante no he pisado la Reserva Indígena Kadiwéu en mi vida.Todos los
personajes citados son producto de la ficción, cualquier parecido con la
realidad es pura coincidencia.
Moraleja: no
creas más que en aquello que puedas demostrar que es cierto.
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