En alguna zona de Pedralbes. Barcelona. Julio 2015
Es un gran día
para Carlos, tras cobrar una vergonzosa cantidad de dinero que le ha dejado en
herencia un familiar desconocido que se fue a hacer las Américas se encuentra
en el fabuloso concesionario “Total Megacars” para cumplir el sueño de su vida:
comprarse el coche que le dé la real gana. Después
de un par de horas mirando, revisando y estudiando cada una de las
desorbitantes máquinas que hay en el local se acerca al vendedor y con la voz
firme le dice:
- ¡Lo tengo claro!
Quiero ese Simca 1000 que tienen ustedes en el fondo del local.
- ¡Don Carlos! -exclama el vendedor que desde que sabe que ha
cobrado toda esa pasta se ha apresurado a ponerle el “don” a quien toda la vida
ha sido Carlitos el de la ferretería- ¿Cómo pretende llevarse ese trasto con
las maravillas que tenemos aquí?
- Mira, me he
encaprichado de él…
- Don Carlos, ¿me
permite una pregunta? ¿usted tiene hijos, verdad?
- Si, dos.
- Y la mamá -su señora esposa- les dio
pecho, ¿a que sí?
- ¡Por supuesto! Les
dimos pecho y yo contribuí enérgicamente a tomar esa decisión y colaboré en todo lo que pude, por qué estaba y estoy convencido de que ese alimento es netamente superior a cualquier otro, específicamente diseñado para ellos, tiene la capacidad de modificar
su composición y cantidad para atender a las demandas de los bebés en cada
momento. Me enteré, también, de que estrechaba los lazos afectivos entre ellos
y su madre de manera precoz y que, en términos globales, les protege contra un
buen número de infecciones: catarros, otitis, gastroenteritis... ¡Fíjese usted como es la cosa que hasta la
mortalidad infantil durante el primer año de vida se ve reducida si toman
lactancia materna! Protege también contra el síndrome de la muerte súbita del
lactante y se ha demostrado que es eficaz en la prevención de enfermedades tan
graves como la leucemia y el linfoma. Mis niños tendrán, gracias a esa
alimentación, menos números de tener el colesterol elevado, asma y de ser
obesos, ahorrándose las complicaciones que ello conlleva. Descubrí que incluso
sus test de desarrollo cognitivo serán más elevados y están en menor riesgo de
tener dermatitis atópica. Incluso vacunando a su madre de la tosferina en el
último embarazo, nos aseguraron que Carlitos tendría defensas contra esa
enfermedad una buena temporada, a parte de todo el complejo inmunitario que les aporta.
Y cuando les
duele alguna cosa, no hay mejor analgésico que ponerlos al pecho de su madre. Ni
Apiretal®, ni caramelos, ni nada, un poco de teta y fuera el dolor. Pero la
cosa no queda ahí, a Marisa, su madre, las hemorragias postparto le cesaron con
mayor facilidad y volvió a su peso habitual con menor esfuerzo del que hubiera
necesitado si les hubiera dado biberón. Y ella, gracias a esas lactancias,
tiene menor riesgo de padecer enfermedades como el cáncer de mama y el de
ovario. Incluso es posible que, cuando esté menopáusica, tenga menos
fracturas de cadera y osteoporosis.
- Don Carlos, me
deja usted abrumado…
- Calle, calle, y
escúcheme bien. Los bebés que toman pecho contribuyen de manera importante a la
preservación del medio ambiente, al no necesitar leche proveniente de las vacas se reduce el impacto que estas
tienen en el efecto invernadero con sus eliminaciones de metano. Se fabrican
menos biberones y menos latas, con lo que los residuos son menores y no hay
contaminación en transporte ni en envasado y, al enfermar menos, disminuyen los
costes sanitarios en general, nuestro absentismo laboral y los gastos en canguros y cuidadores que pudiéramos tener.
Y, por supuesto, no sabe usted
lo que nos ahorramos al precio que va el bote de esa “lechecita” enlatada.
- Y… Don Carlos, ¿habiendo
alimentado a sus hijos con el Ferrari de las leches se me va a llevar usted el Simca 1000?
- ¡Es verdad! Me
quedo con ese Ferrari rojo de ahí. No me lo envuelva que ¡me lo llevo puesto!
Más vale tarde que nunca: la bibliografía correspondiente está aquí.
Más vale tarde que nunca: la bibliografía correspondiente está aquí.
Jody Scheckter con el Tyrrell Ford de seis ruedas. 1976 |
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