La factoría Disney parece haber encontrado un filón en la saga de sus princesas: seguidoras/es de todas las edades, procedencias y credos, millones de dólares en taquilla, merchandising a niveles insospechables, y, como no, recogida de los dividendos que todo eso representa.
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Las Disneys clásicas. |
Las clásicas predecesoras de esa saga, Blancanieves, La Cenicienta y La Bella Durmiente, lanzadas en 1937, 1950 y 1957 respectivamente, pueden parecernos en la actualidad poco más que unas niñas ñoñas sin más aficiones que corretear por el bosque y adecentar la casa de siete enanos, poner miradas lánguidas y pasear en una calabaza y dejarse drogar esperando a ser rehabilitada por el primero que pase (si es príncipe mejor que mejor). Aparentemente poco tenían a decir ¿O no?.
Debieron pasar más de 30 años para que la factoría lanzase la primera de las nuevas heroínas modernas, La Sirenita.