Tratar de desacreditar los diversos mitos sobre la vacunación (por ejemplo, que causan el autismo) en manos de un pequeño pero prevalente grupo de población ha resultado en gran medida ser un ejercicio inútil.
La mejor manera
de animar a la gente a vacunarse es informarlos sobre los peligros de las
enfermedades que están destinadas a evitar, sugiere un estudio reciente publicado en Proceedings of the National Academy of
Sciences.
En el estudio de Proceedings of the National Academy of
Sciences, encabezado por Zachary Horne de la Universidad de Illinois, los investigadores
sugieren que la manera más eficaz de
hacer virar hacia una actitud positiva frente
a la vacunación es poner de relieve las graves consecuencias de las diversas enfermedades,
según ha difundido el Medical Daily , combatiendo, como ellos dicen “el fuego con
fuego” y, creando un cierto “alarmismo controlado”.
"En lugar de
intentar disipar los mitos sobre los peligros de las vacunas, recomendamos que
se pongan en conocimiento los peligros reales que plantean las enfermedades
graves, como el sarampión, las paperas y la rubéola.", afirman los
autores. "Este enfoque, mediante la comunicación de información precisa
acerca de los riesgos de la enfermedad, sería eficaz a medios de comunicación y profesionales de
la salud para mejorar la actitud frente a las vacunas, evitando el redundar
en la información inexacta que manejan los colectivos anti-vacunas y que, a la postre, podría servirles de combustible".
El estudio contó
con 315 participantes a los que se les dio a leer una serie de viñetas
educativas, a la vez que se mesuraron y compararon sus actitudes frente a la
vacunación antes y después.
A un tercio de ellos se le dio a leer la información que desvincula la supuesta
relación entre la vacuna y el autismo, a
otro tercio información sobre un tema científico concreto relacionado, y al último
tercio se le dio la historia real de una madre cuyo hijo había contraído el
sarampión, con varias fotos de la enfermedad y las advertencias sobre la
importancia de vacunar a los niños.
"Destacamos
que la intervención orientada hacia el riesgo de enfermedad produjo un cambio
positivo en las actitudes de los participantes hacia las vacunas, incluso entre
aquellos que se demostraron inicialmente más escépticos", comentan los autores,
según lo informado por el Medical
Daily. "Por otra parte, esta intervención fue significativamente más
eficaz que la información correctiva destinado a disipar los mitos sobre las
vacunas y el autismo."
"Incluso una
mejora temporal en las actitudes de vacunación de los padres podría aumentar
las tasas de vacunación, si este tipo de intervenciones se incorporaran en la
interacción médico-padres", escribieron los autores. "... el fracaso
en superar este escepticismo pondría las vidas de miles de niños en situación
de riesgo."
Si te deprime escucha esto:
Si te deprime escucha esto:
Phil Collins - In the air tonight Live
Buen Post! Efectivamente creo que sería una buena estrategia! Y para muestra un botón: tras el desgraciado caso del fallecimiento del niño no vacunado de Olot por difteria, he recibido a varias familias en mi consulta con el deseo de empezar a vacunar a sus hijos, hasta el momento sin vacunar. La perspectiva cambia radicalmente cuando el que muere es un niño que bien podría haber sido el compañero de pupitre de tu hijo o incluso, tu propio hijo. No fue un niño perdido de África. Cuando tomamos conciencia de la enfermedad y la vemos y la sentimos como propia es cuando uno encuentra el verdadero significado de las vacunas. Es triste, pero es así. No había conciencia de enfermedad con la difteria, no en España. Ahora la hay y los padres quieren proteger a sus hijos, como es natural.
ResponderEliminarEn efecto, el conocimiento de las consecuencias de la abstención vacunal inducen a algunos de los que han optado por esa postura a modificar su actitud. Cierto es que no todos emprenden ese camino, pero tal y como tu misma demuestras con tu aportación, algunos viran a "positivo".
EliminarGracias por tus comentarios.
Un saludo,
Pepe
Disculpe usted, esto se podria extrapolar a la alimentacion?? seria lo mas efectivo asustar a la poblacion sobre los efectos de consumir PRODUCTOS procesados, desplazando ALIMENTOS enteros y sin procesar?. Saludos1
ResponderEliminarMi entrada está basada en un trabajo realizado al respecto de los cambios de actitud en referencia a las vacunas en el que se demuestra, con una muestra poblacional relativamente corta, que esos cambios son más factibles siguiendo la estrategia que los autores denominan de "fuego contra fuego". Desconozco, evidentemente, si esos cambios serían posibles en el terreno de la alimentación siguiendo una estrategia similar y no tengo conocimiento de que existan publicaciones similares en ese ámbito. Extrapolar datos de un único trabajo sobre inmunizaciones al campo de la nutrición me parece, cuanto menos, arriesgado. Los motivos que inducen a los anti-vacunas a adoptar su postura son muy distintos a los que inducen a las familias a no mantener una alimentación saludable. Su cuestión deja, sin duda, abierta una puerta a un estudio al respecto.
ResponderEliminarGracias por la colaboración.
Pepe