jueves, 20 de agosto de 2015

El Ferrari de Don Carlos y la lactancia materna.

En alguna zona de Pedralbes. Barcelona. Julio 2015


Es un gran día para Carlos, tras cobrar una vergonzosa cantidad de dinero que le ha dejado en herencia un familiar desconocido que se fue a hacer las Américas se encuentra en el fabuloso concesionario “Total Megacars” para cumplir el sueño de su vida: comprarse el coche que le dé la real gana.  Después de un par de horas mirando, revisando y estudiando cada una de las desorbitantes máquinas que hay en el local se acerca al vendedor y con la voz firme le dice:
 - ¡Lo tengo claro! Quiero ese Simca 1000 que tienen ustedes en el fondo del local.
 - ¡Don Carlos!  -exclama el vendedor que desde que sabe que ha cobrado toda esa pasta se ha apresurado a ponerle el “don” a quien toda la vida ha sido Carlitos el de la ferretería- ¿Cómo pretende llevarse ese trasto con las maravillas que tenemos aquí?
 - Mira, me he encaprichado de él…
 - Don Carlos, ¿me permite una pregunta? ¿usted tiene hijos, verdad?
 - Si, dos.
 - Y la mamá -su señora esposa- les dio pecho, ¿a que sí?
 - ¡Por supuesto! Les dimos pecho y yo contribuí enérgicamente a tomar esa decisión y colaboré en todo lo que pude, por qué estaba y estoy convencido de que ese alimento es netamente superior a cualquier otro, específicamente diseñado para ellos, tiene la capacidad de modificar su composición y cantidad para atender a las demandas de los bebés en cada momento. Me enteré, también, de que estrechaba los lazos afectivos entre ellos y su madre de manera precoz y que, en términos globales, les protege contra un buen número de infecciones: catarros, otitis, gastroenteritis... ¡Fíjese usted como es la cosa que hasta la mortalidad infantil durante el primer año de vida se ve reducida si toman lactancia materna! Protege también contra el síndrome de la muerte súbita del lactante y se ha demostrado que es eficaz en la prevención de enfermedades tan graves como la leucemia y el linfoma. Mis niños tendrán, gracias a esa alimentación, menos números de tener el colesterol elevado, asma y de ser obesos, ahorrándose las complicaciones que ello conlleva. Descubrí que incluso sus test de desarrollo cognitivo serán más elevados y están en menor riesgo de tener dermatitis atópica. Incluso vacunando a su madre de la tosferina en el último embarazo, nos aseguraron que Carlitos tendría defensas contra esa enfermedad una buena temporada, a parte de todo el complejo inmunitario que les aporta.
Y cuando les duele alguna cosa, no hay mejor analgésico que ponerlos al pecho de su madre. Ni Apiretal®, ni caramelos, ni nada, un poco de teta y fuera el dolor. Pero la cosa no queda ahí, a Marisa, su madre, las hemorragias postparto le cesaron con mayor facilidad y volvió a su peso habitual con menor esfuerzo del que hubiera necesitado si les hubiera dado biberón. Y ella, gracias a esas lactancias, tiene menor riesgo de padecer enfermedades como el cáncer de mama y el de ovario. Incluso es posible que, cuando esté menopáusica, tenga menos fracturas de cadera y osteoporosis.
-  Don Carlos, me deja usted abrumado…
- Calle, calle, y escúcheme bien. Los bebés que toman pecho contribuyen de manera importante a la preservación del medio ambiente, al no necesitar leche proveniente de  las vacas se reduce el impacto que estas tienen en el efecto invernadero con sus eliminaciones de metano. Se fabrican menos biberones y menos latas, con lo que los residuos son menores y no hay contaminación en transporte ni en envasado y, al enfermar menos, disminuyen los costes sanitarios en general, nuestro absentismo laboral y los gastos en canguros y cuidadores que pudiéramos tener. 
Y, por supuesto, no sabe usted lo que nos ahorramos al precio que va el bote de esa “lechecita” enlatada.
 - Y… Don Carlos, ¿habiendo alimentado a sus hijos con el Ferrari de las leches se me va a llevar  usted el Simca 1000?
 - ¡Es verdad! Me quedo con ese Ferrari rojo de ahí. No me lo envuelva que ¡me lo llevo puesto!

Más vale tarde que nunca: la bibliografía correspondiente está aquí.



Jody Scheckter con el Tyrrell Ford de seis ruedas. 1976
Con tanto Ferrari me ha venido a la cabeza este tema de Manfred Mann - Blinded by the Light- que ponía Televisión Española cuando daba sus resúmenes de la F1. Os estoy hablando de los años de Niki Lauda y James Hunt, era cuando los coches iban "sobraditos" de potencia y los pilotos, desgraciadamente morían en el esfalto. Vaya este post en memoria de los pilotos de F1 que fallecieron en los '70: Piers Courage, Jochen Rindt  – único campeón del mundo de F1 a titulo póstumo-, Bruce McLaren, Joseph Siffert, Pedro Rodríguez, Ignacio Giunti, François Cevert, Roger Williamson, Silvio Moser, Helmut Koinigg, Peter Revson, Mark Donohue, Tom Pryce y Ronnie Peterson.

                       

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